Los problemas que aparecen en los pies de las personas diabéticas surgen de dos complicaciones importantes derivadas de esta enfermedad: la mala circulación y daños en los nervios. La disminución del flujo de sangre así como la disminución de la sensibilidad (por la afectación nerviosa) hace que una pequeña lesión como puede ser una ampolla, llegue a derivar en una infección importante y seria en unos pocos días. Además pueden aparecer grietas en la piel debidas a la sequedad y pueden facilitar las infecciones ya que son una puerta de entrada para las bacterias.
Una pequeña herida puede convertirse en una úlcera que precise tratamiento hospitalarios y puede conllevar una amputación parcial o total del pie.
Para cuidar los pies y prevenir úlceras y heridas es conveniente seguir los siguientes consejos:
- Evite caminar descalzo ya que podría herirse con algo y no notarlo.
- Lave los pies con agua tibia y jabón suave y mida la temperatura con un termómetro o en todo caso con el codo ya que si tiene afectada la sensibilidad no notará si el agua está muy caliente cuando introduzca los pies en el agua y puede provocarse alguna quemadura. La temperatura del agua no tiene que superar los 37º
- Seque los pies con golpecitos suaves y no los frote con fuerza, hay que ser muy meticuloso al secar entre los dedos de los pies.
- El baño de pies tiene que ser corto, entre 3 y 5 minutos.
- Para cortarse las uñas y las callosidades acuda al podólogo, no lo haga usted mismo ni deje que nadie cercano realice esta tarea ya que puede haber complicaciones y tampoco acuda a peluquerías ni centros de estética. En una clínica el instrumental estará esterilizado y el podólogo es el profesional adecuado para esta tarea.
- Utilice todos los días una crema hidratante para que la piel se encuentre en buenas condiciones y no sea una posible entrada para gérmenes y bacterias. No se aplique crema en los espacios interdigitales.
- No ponga los pies sobre radiadores, ni delante de estufas, braseros,...podría quemarse y no darse cuenta.
- Evite que sus pies se enfríen y que se le mojen con lluvia y nieve.
- No fume porque los vasos sanguíneos se dañan y el transporte de oxígeno se reduce y junto con la diabetes se aumenta el riesgo de amputación de pies y manos.
Vigilancia del pie del diabético:
- Revise a diario sus pies buscando posibles roces, ampollas, llagas, heridas, callosidades, hematomas, signos de infección, cambios en los dedos...
- Si le resulta difícil revisar sus pies pida ayuda a alguien que tenga cerca o puede ayudarse con un espejo. En caso de duda acuda a su podólogo.
- Controle los siguientes puntos del pie: el talón, los laterales del pie (tanto el arco interno como el lado externo), la base de todos los dedos, la punta del dedo gordo, la zona metatarsal (donde más durezas suelen salir)
- Observe y toque buscando posibles inflamaciones ya que la inflamación en un pie y en el otro no puede indicar el comienzo de la enfermedad de Charcot, un trastorno que pueden sufrir las personas con neuropatía y pueden llegar a destruirse los huesos y las articulaciones.
Calzado y calcetines para pies diabéticos:
- Los calcetines que utilice tienen que ser sin costuras y de fibras naturales (algodón, lino o lana).
- Cambiar a diario los calcetines y que no queden arrugas al ponerlos.
- El mejor momento para comprar zapatos es por la tarde ya que los pies pueden inflamarse a lo largo del día. Es preferible que el calzado lleve un sistema de atado (cordones, velcro,...) y deben ser profundos y amplios para que el pie vaya cómodo pero no deben quedar grandes.
- En verano tenga cuidado con las sandalias o calzado que deje parte del pie al descubierto y cuando estrene calzado póngalos durante períodos breves y las primeras veces revise los pies cuando se los quite buscando posibles daños.
- Cambie a diario el calzado.
- En invierno utilice calcetines y zapatos que abriguen para evitar que los pies se le queden fríos.